Ciclo vital del virus del VIH |
Los cannabinoides agonistas moderan la progresión del VIH.
El THC, parece ser capaz de dañar y debilitar la cepa más común del virus del VIH, según un estudio publicado en el Journal of Leukocyte Biology.
El THC es el principal componente sicoactivo de la marijuana, y para fines de investigación se han desarrollado una serie de compuestos químicos análogos. Han sido estos compuestos químicos los utilizados en la investigación contra la infección del VIH-1, el más común de los virus de inmunodeficiencia.
La forma en que funciona es por la interacción con el receptor endocannabinoide tipo-2 (CB2) de los glóbulos blancos de la sangre, específicamente los macrófagos. Los macrófagos son uno de los muchos tipos de células blancas de la sangre de los seres humanos. Mientras que las células principales, los linfocitos, hacen la mayor parte del trabajo en la lucha contra las infecciónes buscando y destruyendo gérmenes, los macrófagos llevan incorporada una especie de archivo de ficha policial de enemigos del cuerpo, recordando y transmitiendo a las demás células del sistema inmunológico cuales son los organismos que deben ser destruidos para sobrevivir.
Como quiera que el virus se hospeda en los macrófagos, donde se reproducen y se trasladan a lo largo del cuerpo, conseguir que estos sean menos atacados por el virus supondría una ventaja para cuando menos ralentizar el progreso de la enfermedad.
El descubrimiento manifestado en este estudio es que tras una prueba ante un cultivo de control, mostró como los macrófagos que tenía estimulados los receptores CB2 mostraron una tasa de infección muy inferior a los que se encontraban en condiciones normales. Se especula que la estimulación de los receptores endocannabinoides afectan el sistema reproductivo de los retrovirus.
El receptor CB2 en los macrófagos se estimula normalmente cuando THC entra en el torrente sanguíneo.
El THC es el principal componente sicoactivo de la marijuana, y para fines de investigación se han desarrollado una serie de compuestos químicos análogos. Han sido estos compuestos químicos los utilizados en la investigación contra la infección del VIH-1, el más común de los virus de inmunodeficiencia.
La forma en que funciona es por la interacción con el receptor endocannabinoide tipo-2 (CB2) de los glóbulos blancos de la sangre, específicamente los macrófagos. Los macrófagos son uno de los muchos tipos de células blancas de la sangre de los seres humanos. Mientras que las células principales, los linfocitos, hacen la mayor parte del trabajo en la lucha contra las infecciónes buscando y destruyendo gérmenes, los macrófagos llevan incorporada una especie de archivo de ficha policial de enemigos del cuerpo, recordando y transmitiendo a las demás células del sistema inmunológico cuales son los organismos que deben ser destruidos para sobrevivir.
Como quiera que el virus se hospeda en los macrófagos, donde se reproducen y se trasladan a lo largo del cuerpo, conseguir que estos sean menos atacados por el virus supondría una ventaja para cuando menos ralentizar el progreso de la enfermedad.
Esquema del virus VIH |
El receptor CB2 en los macrófagos se estimula normalmente cuando THC entra en el torrente sanguíneo.
La activación de receptores específicos de los cannabinoides endógenos modera la progresión del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), de acuerdo con los datos preclínicos publicados en línea en la revista PLoS ONE.
También los investigadores de la Escuela de Medicina Mount Sinai en Nueva York evaluaron si la administración de un Cannabinoide agonista selectivo podría regular la infectividad del VIH-1. Los investigadores informaron que la activación de los receptores CB2 inhibe la infección por el VIH en laboratorio.
Los autores concluyeron que "[E] l uso clínico de agonistas (selectivo CB2) en el tratamiento de los síntomas del SIDA pueden también tener efectos benéficos de antivirales complementarios en las etapas tardías de la infección VIH-1."
Además, en 2011, investigadores de la Universidad Estatal de Luisiana Centro de Ciencias de la Salud informaron de que la administración a largo plazo de delta 9-THC, el compuesto principal psicoactivo de la marihuana, se asocia con disminución de la mortalidad en monos infectados con el virus de la inmunodeficiencia simia (VIS), un modelo de primates de la enfermedad del VIH.
Escribiendo en la revista Investigación del SIDA y los Retrovirus del Humano, los autores concluyeron: "Contrariamente a lo que se esperaba, ... el tratamiento con delta-9-THC claramente no aumentó la progresión de la enfermedad, y de hecho dio lugar a la atenuación generalizada de los marcadores clásicos de la enfermedad SIV. Estos resultados indican que las enfermedades crónicas delta-9-THC no aumenta la carga viral o agrava la morbilidad y realmente puede mejorar la progresión de la enfermedad SIV ".
Hazte un porro si lo deseas, pero ten en cuenta que lo que te estamos relatando son estudios preclínicos que requieren más investigación para confirmar todos los datos.
Hazte un porro si lo deseas, pero ten en cuenta que lo que te estamos relatando son estudios preclínicos que requieren más investigación para confirmar todos los datos.
Juicios por separado en los seres humanos han documentado que la inhalación a corto plazo del cannabis no repercute negativamente en la carga viral en pacientes con VIH, e incluso puede mejorar la inmunidad. (La temperatura óptima de vaporización de la marihuana es de 180º)
Artículo original
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THC y VIH por Manuel Freiría Figueiras se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 3.0 Unported.
Sería genial que pusieran el enlace al artículo, lo busqué en PLOS ONE y no lo encontré. Gracias
ResponderEliminarAhí lo tienes.
Eliminarhttp://www.plosone.org/article/info%3Adoi%2F10.1371%2Fjournal.pone.0033961